Por qué debes usar quelatos de hierro en suelos calizos

Por qué debes usar quelatos de hierro en suelos calizos

La agricultura ha ido de la mano estos últimos años con la tecnología. Y eso por eso que la tendencia actual en el uso de los productos sea utilizar pocas dosis para conseguir buenos resultados. De aquí la importancia actual en pleno siglo XXI del uso de los quelatos de hierro y de otros elementos esenciales para las plantas.

Dentro de esta “línea tecnológica”, proteger con quelatos la molécula de hierro (como también se puede hacer en otro tipo de micronutrientes), ha supuesto un salto en el mundo de los correctores de carencias, clorosis y demás problemas de la agricultura moderna. 

¿Por qué da tantos problemas el hierro en los suelos de pH alto?

En un suelo calizo, de pH alto y grandes concentraciones de bicarbonatos, la movilidad del calcio es muy baja. Esto no quiere decir que no haya presencia de hierro en el suelo, pues es uno de los minerales más abundantes (3,8%), sino porque sufre grandes pérdidas de movilidad, insolubilización y baja tasa de aprovechamiento.

Los isómeros posicionales, o,o EDDHA y o,p EDDHA como quelatos de hierro

Cuando hablamos de isómeros posicionales en los quelatos de hierro, se refiere a la posición estructural o disposición de los agentes quelantes protegiendo el ión metálico que no nos interesa perder. Por ejemplo, el hierro. Únicamente es la posición que tiene a la hora de proteger la molécula y, limitará después la forma de liberar el ión metálico. Un comentario que se suele escuchar muy a menudo entre gente afín a la agricultura es que es mejor el orto-orto (o,o EDDHA) que orto-para (o,p EDDHA), pero ni es mejor ni es peor, es diferente. El uso correcto del quelato de hierro dependerá de la situación del cultivo, suelo y cómo se presenta la carencia. Hablamos de ello. El quelato o,o EDDHA es un tipo de quelato cuyo isómero posicional está dispuesto de una forma más estable frente a o,p EDDHA. Esto quiere decir que la molécula de hierro quedará más protegida. No por ello, el hecho de ser más estable es más beneficioso para nuestros cultivos, pues tardará más en degradarse y no corregiremos una clorosis tan rápido como con un o,p EDDHA. Es decir, la configuración o,p EDDH es de menor estabilidad y, por tanto, es más susceptible de ser absorbido por las raíces rapidamente (o perderse en el suelo…). Lo ideal es una mezcla homogenea entre la configuración o,o (orto-orto) y o,p (orto-para), para que podamos prevenir o corregir una clorosis rapidamente (o,p) pero también las futuras (o,o).

Con esta imagen nos aseguramos comprobar la vital importancia que tiene el hierro para un cultivo.

Diferencias entre quelatos de hierro y complejos ¿Cuál es mejor?

Un complejo es una sustancia de carácter orgánico que también forma estructuras protectoras de los iones metálicos. Sin embargo, estas estructuras no están tan químicamente controladas que los quelatos y, por tanto, son menos estables. La gran diferencia que existe entre los quelatos y los complejos es que éstos últimos tienen una reconocida aceptación cuando son aplicados de forma foliar. Igualmente, deja de tener sentido utilizar un quelato de hierro (un elemento que protege el ión frente a agentes negativos presentes en el suelo) de forma foliar, pues añadimos complejidad a la molécula que queremos introducir en la planta y no existen tantas variables negativas cuando realizamos aplicaciones foliares. Utilizar un complejo de forma foliar tiene sus ventajas. El hecho de estar formado por componentes orgánicos permite una más fácil asimilación por vía epidérmica que otros quelatos no orgánicos. De hecho, un claro ejemplo de la facilidad de absorción de los elementos orgánicos es la urea (CH4N2O), que incluso se suele aplicar con herbicidas y otros productos para aumentar su sistemia y a la vez nutrir en nitrógeno a la planta. Esto se puede hacer, además, sin necesidad de que haya una degradación previa de la urea a fase amoniacal y ésta, a su vez, a forma de nitrato. En resumen, quelatos para aplicación en riego y complejos para aplicación foliar.

estructuras para proteger los nutrientes como los quelatos de hierro

Diferentes complejos usados en la agricultura moderna.

  1. Citrato de hierro (Fe)
  2. Cisteina para protección del zinc (Zn)
  3. Gluconato de Zinc (Zn)

No todos los quelatos de hierro son igual de eficaces…

estabilidad ph quelatos de hierro En el mercado podemos encontrar distintos tipos de quelatos de hierro, siendo el más utilizado el EDDHA. Sin embargo, podemos encontrar otras fuentes de quelación como EDTA, IDHA, HEDTA, DTPA, HBED, etc. Los últimos quelatos que están saliendo al mercado, fuente de diferentes estudios e investigaciones, pueden llegar a tener un rango de estabilidad de pH incluso mayor al EDDHA (por encima de pH 12), por lo que son muy indicados para situaciones de suelo calizo y pH superior a 8 o 9. otros quelatos, por ejemplo el 2ª más conocido del mercado, EDTA, tiene un rango de pH limitado, que lo hace más eficaz para quelar otros iones como zinc y manganeso, pues ofrece mayor estabilidad o rango de pH que el hierro. En el caso del EDTA en hierro, el rango de pH es de 4 a 6,5 de media, por lo que no sería eficiente utilizarlo en un suelo calizo con pH superior a 7. Estaría más enfocado a aplicaciones foliares, cultivos hidropónicos o suelos más ácidos. eficacia de diferentes quelatos de hierro Otro quelato de hierro, el DTPA, tiene rango de pH parecido al EDTA.

Fitosideróforos y formas de obtención de hierro de las plantas

estrategias naturales de las plantas como los quelatos de hierro Aunque no apliquemos quelatos de hierro al suelo, a lo largo de miles de años, las plantas han evolucionado lo suficiente como para tener el potencial de modificar el medio del que no pueden moverse. Por tanto, en situaciones de demanda de hierro pero al encontrarse éste en formas insolubles, las plantas son capaces de segregar enzimas y moléculas que rescatan dichas formas insolubles del metal. Se conoce como sustancias fitosideróforas y actúan como los actuales quelatos de hierro, modificando las características químicas del hierro atrapado para solubilizarlo. Sin embargo, esto supone un gasto energético para la planta, como ocurre con la rizodeposición. Por tanto, no es efectivo, dejar al libre albedrío la obtención de hierro por la planta, sobretodo si está practicamente insolubilizado y bloqueado como ocurre en los suelos calizos o de pH alto.

Dosis utilizadas de los actuales quelatos de hierro

Normalmente, en el caso del quelato de hierro EDDHA, suele venir en forma de polvo soluble, dada su baja solubilidad en agua. Otros, como el quelato EDTA, tiene más solubilidad y podemos verlo en concentraciones líquidas de hasta el 7,5%. También como quelato de otros elementos metálicos como en zinc (quelato de zinc EDTA), manganeso (quelato de manganeso EDTA) o incluso del cobre.

Dosis quelato de hierro EDDHA 6%

En este caso, al ser en polvo, la dosificación viene definida en gr/pie o kg/ha. Césped: 0,5-1 kg/ha cada 4-5 semanas en época de mayor necesidad. Frutales de hueso y pepita: 

  • Desde plantación hasta inicio de producción: 5-25 gr/pie y campaña
  • En producción, porte normal: 20-80 gr/pie y campaña
  • En producción, gran desarrollo: 50-150 gr/pie y campaña

Cítricos

  • Plantones de cítricos: 5-15 gr/plantón y temporada.
  • Inicio de producción: 10-30 gr/pie y campaña.
  • En producción: 50-100 gr/pie y campaña.
  • Árboles muy desarrollados: 50-150 gr/pie y campaña.

Cultivos hortícolas Dosis general: 1-5 gr/m2 de superficie. Sin embargo, para cultivos más especializados, se suelen hacer otros cálculos en base al aporte de hierro en mg/L o ppm. El cálculo se hace a partir de las recomendaciones de micronutrientes de Steiner, que son las siguientes: Microelementos (Steiner):

  Fe Mn Cu Zn B Mo
ppm (mg/L) 1,5-2 0,8 0,06 0,15 0,4 0,05

Por tanto, para el hierro y los quelatos de hierro, que son los protagonistas de este artículo, estaríamos hablando de 1,5-2 ppm de Fe en solución continua.  Esto es muy interesante porque aseguramos que siempre habrá hierro disponible para la planta, desde principio a fin. Mucho mejor que aplicar los gr/pie que hablábamos anteriormente en el momento crítico de la campaña. Seleccionando el valor de 1,5 ppm de Fe, más que suficiente para culquier cultivo de alto rendimiento, hacemos los siguientes cálculos: Gramos Fe= [1,5 (ppm)/0,06 (% de riqueza en Fe)] * m3 agua de riego. Imaginemos que tenemos un tanque para los micronutrientes y queremos que dure para 100 m3 de agua de riego. Los cálculos serían así: Gramos Fe= [1,5(ppm)/0,06]*100 = 2500 gramos = 2,5 kg de quelato de hierro 6%. A partir de un análisis de suelo (aprende a descifrar un análisis de suelo) y conociendo el pH que tiene, podemos seleccionar el mejor quelato, del que sepamos que va a tener un alto rendimiento y no se va a perder. Por ejemplo, para un suelo con pH 8,5 en cultivo de hortícolas de alto valor (pimiento, tomate, pepino, etc.), seleccionaríamos quelato de hierro EDDHA, con estabilidad suficiente para garantizar un aporte en continuo del hierro. Fuente